ESFL279

XXIV semana del Tiempo Ordinario – Lunes

Oración por los gobernantes

Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de paz y de tranquilidad, y llevar una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, porque él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, hombre él también, que se entregó a sí mismo para rescatar a todos. Este es el testimonio que él dio a su debido tiempo, y del cual fui constituido heraldo y Apóstol para enseñar a los paganos la verdadera fe. Digo la verdad, y no miento. Por lo tanto, quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con recta intención, sin arrebatos ni discusiones. 1Tm 2,1-8

Timoteo es un joven de padre griego y madre judía, que encontramos a un lado de Pablo desde su segundo viaje misionero. Él ha asimilado de su grande maestro la atracción, el alma y el pensamiento-  Cuando Pablo escribe la carta de la cual hemos tomado el texto de hoy, Timoteo es responsable de la comunidad de Éfeso. El tema de hoy está centrado sobre la oración cristiana, que debe tener un matiz universal: debemos orar por todos, sin distinción de lengua   ni de raza, por los amigos y enemigos, porque todos tienen derecho de salvarse. In particular, dice Pablo, debemos orar por los gobernantes y las autoridades “para que puedan conducir una vida calma y tranquila, digna y dedicada a Dios”.

Es una oración para nuestro provecho. Cuando fue escrita esta carta, Nerón había ha encendido a Roma, por lo que Pablo, cuando exhorta a orar por los gobernantes, piensa especialmente en él. Es conveniente que quien gobierne deba vivir en paz, para poder tomar decisiones justas y buenas. Es una oración que debemos hacer por los que tienen el deber de gobernar, desde el síndico de la ciudad hasta aquellos que tienen en mano los destinos del mundo. No es una oración fácil, en particular por nuestro país en el cual, si el gobierno de de color político y de ideas contrarias a las nuestras, es probable que las personas oren para que caiga ese gobierno. Pero es importante que nosotros oremos por el buen gobierno de todos: administradores locales, regionales, nacionales y mundiales. Esto es lo que pide San Pablo hoy. Danos, Señor, gobernantes fieles y conscientes, políticos honestos y respetosos de sus deberes y de los demás. Concede, Señor, a los padres de familia gobernar y guiar bien a sus familias.

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