ESFS142

Semana Santa – Domingo de Ramos

Comer la Pascua hoy

Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: «He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios». Y tomando una copa, dio gracias y dijo: «Tomen y compártanla entre ustedes. Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios». Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía». Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes. La mano del traidor está sobre la mesa, junto a mí. Porque el Hijo del hombre va por el camino que le ha sido señalado, pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!». Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el que iba a hacer eso. Lc 22,14-23

“He mucho deseado comer esta Pascua con ustedes” – dice Jesús en el texto de hoy- que narra la última cena. ¿Por qué ha deseado tanto Jesús comer esta Pascua?… Para pentrar el sentido de este deseo de Jesús se necesita pensar qué significaba para un hebreocome la Pascua. La palabra Pascua se deriva del aramaico “Pasha” que significa “pasar al otro lado”. En el Antiguo Testamento come la Pascua significaba celebrar la liberación del pueblo hebreo, guiado por Moisés de la esclavitud de del pueblo de la esclavitud de los egipcios a la libertad del desierto, atravesando el Mar Rojo que el Señor les había abierto para que pasaran liberemente. Fue un evento glorioso, que el Faraón habís ostaculizado fuertemente para hacerlos trabajar en obras maravillosas que todavía hoy en nuestos días admiramos. Los hebreos vivían es esclavitud en la comodidad  y en la libertad, que tienen su precio que pagar. Ser libres quiere decir asumirse sus responsabilidades. Llegados a la Tierra Prometida para celebrar su liberación los judíos comían la Pascua, posiblemente comiendo un cordero inmolado por los sacerdotes del templo de Jerusalén.

Para Jesús”comer la Pascua” significaba trasformar aquellos ritos en algo simbólico: la liberación de la esclavitud se convierte en la liberación del hombre del pecado, y el cordeo pascual que se inmola es Él mismo. Cuando Jesús dice: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes…. esta es mi snagre derramada por ustedes” hace referencia a lo que sucederá en el Calvario.En Jesús el deseo de comer la Pascua con sus discípulos se mexcla con el miedo al acercarse la cruz y la amargura de la traición: “Mi alma ahora está turbada” (Jn 12,27) y “he aquí la mano de aquel me traicionará  está aquí conmigo sobre la mesa”.

También para nosotros “comer la Pascua” quiere decir celebrar un rito y efectuar un pasaje. El rito es el sacramento de la Eucaristia, en el que la Iglesia actualiza el sacrificio de Jesucristo en el Calvario. En la celebración del rito la Iglesia repite las palabras de Jesús en el evangelio: “Esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía” y “este es el cáliz de la Nueva alianzaen mi sangre, que es derramado por ustedes”. El paso es la conversión que debemos efectuar del hombre viejo, aceptando ser liberados por Jesucristo, como en el Antiguo Testamento wel pueblo hebreo aceptó ser liberado de laesclavitud de Egipto.

La pregunta que nios hacemos es: ¿de qué cosa, prácticamente, debemos aceptar ser liberados?… Ante todo debemos aceptar ser liberados de nuestro pecado, salvados y redimidos por Jescristo. Quiere decir también descubrir el amor del Señor, con el propósito de vivir solamente para Él y para los demás, pasando por el concepto de “mío” a “nuestro”. Finalmente quiere decir pasar de una justicia que aplica la venganza a la práctica del perdón. Y el premio de esta “conversión” será el paso de la tristeza a la alegría sin fin.

Es una reaxcción en cadena que se injerta aceptando el don del sacrifcio de Jesucristo en la Cruz creyendo en su resurrección.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *