ESFL263

XXI semana del Tiempo Ordinario – Sábado

Los talentos recibidos                                               

El reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco…. «Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor». Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: «Señor…aquí están los otros dos que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor». Llegó luego el que había recibido un solo talento. «Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!». Pero el señor le respondió: «Servidor malo y perezoso… tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez … Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil.  Mt 25,14-30

De frente a esta parábola nos ponemos esta pregunta: ¿cuáles son los talentos que hemos recibido y que tenemos el deber de hacer crecer? La inteligencia es un talento que cuanto más es usado más se afirma. La fe es un talento: entre más la vivimos, más crece. La educación recibida es un talento: más la usamos y más se perfecciona. La cultura y nuestros conocimientos son talentos: usándolos se enriquecen y se consolidan. La capacidad de comunicar es un talento: cuanto más lo usamos tanto mejor se comunica. La salud es un talento: con el cuidado se mejora. Las inclinaciones naturales son talentos: usándolas podemos utilizarlas mejor. Los bienes que poseemos son talentos: usándolos bien sirven para el bien de a familia y para la sociedad. La belleza es un talento: manteniéndola y cuidándola nos alegra y alegran a los demás. El equilibrio mental es un talento: no debemos perder el autocontrol y debemos ayudarnos unos a otros a mantener la calma. La capacidad de orar es un talento: más se ora, mejor se ora. La capacidad de amar y de perdonar son talentos: si se usan mejoran a la sociedad y a nosotros mismos. La paciencia es un talento: si la perdemos es difícil reencontrar la buena voluntad y el buen sentido son talentos: valorizan a todos los demás.

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