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3 de mayo – Felipe Santos y Santiago, apóstoles

El Camino, la Verdad y la Vida

Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto». Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta». Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen?. El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Hombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré. Jn 14,6-14

Al principio de los tiempos «El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre… Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol del conocimiento del bien y del mal….. Y le dio esta orden: «Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte» (Gn 2,8-17). Todos los dos árboles de los jardines están bien identificados: el árbol de la la vida, que está en el medio y por lo tanto es el más importante, y el árbol de conocimiento del bien y del mal, plantadas en alguna parte. De En primer lugar, como todos los demás árboles, el hombre podía comer el fruto, llegando a la verdad, como el don de la comunión De la segunda con Dios no estaba comiendo, so pena de la muerte y la expulsión de la verdad. A partir de ese momento ahora, los hombres siempre han tratado de conocer la realidad

sobrenatural y lo que es bueno y lo malo, por lo que cualquier supuesto diferentes y contradictorias entre sí para siempre, hasta que llegue hoy, en la que una parte de la humanidad considera verdad lo que la mayoría piensa. Hace dos mil años, sin embargo, con Jesucristo se produce una nueva creación, que es se adhiere a la fe, se vuelve a poner en el nuevo jardín del Edén, reino de los cielos. En esta nueva realidad espiritual del árbol la vida, los frutos de los cuales revelan la verdad acerca de Dios y el hombre, Jesús Cristo. Y nuestra inteligencia, entonces, ¿qué hacemos? primera experiencia de Vista de la humanidad, será bueno para creer Las palabras de Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» Con este acto de fe, nuestra inteligencia no es dejar de lado, pero

iluminada por el Espíritu Santo, nos permite conocer la verdad sobre Dios, el hombre, la creación y la historia. Una luciérnaga con La fe ve la luz mucho más y hace un sol sin fe.

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