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II semana de Pascua – Miércoles

La normalidad de el milagro

Intervino entonces el Sumo Sacerdote con todos sus partidarios, … Llenos de envidia,… los enviaron a la prisión pública. Pero durante la noche, el Angel del Señor abrió las puertas de la prisión y los hizo salir. Luego les dijo: «Vayan al Templo y anuncien al pueblo todo lo que se refiere a esta nueva Vida»…. Entre tanto, llegaron el Sumo Sacerdote… y mandaron a buscarlos a la cárcel. … Entonces volvieron y dijeron: «Encontramos la prisión cuidadosamente cerrada y a los centinelas de guardia junto a las puertas, pero cuando las abrimos, no había nadie adentro»…. En ese momento llegó uno, diciendo: «Los hombres que ustedes arrestaron, están en el Templo y enseñan al pueblo». Hch 5,17-25

Uno podría pensar que esta versión de los primeros cristianos de la cárcel por el ángel en realidad no ha sucedido, pero es un muy novelada para contar la historia de los primeros predicadores del evangelio. Sería un criterio evaluación demasiado humano, y el mal sin duda. Eventos de los que optaron por jugar con sus vidas al Señor, ya que hicieron los primeros apóstoles, más allá de la lógica humana y sus vidas todo se convierte en un milagro. Fue así que la vida de Jesús, que sus adversarios no podían hacer nada hasta que el su tiempo no se realizó, entonces, cuando alcanzó su

ahora, la protección del Padre es más, y todo el mundo fue capaz de él todo. El Papa Juan Pablo II, cuando se le preguntó Papa a renunciar a porque era viejo y enfermo, respondió que no había ningún problema, cuando su mandato había terminado, el Señor lo llamaba en voz baja sí mismo. Hasta el último momento, sin embargo, las vidas de los santos son siempre extraordinario, no porque sean personas excepcionales, por supuesto: sólo han respondido a un proyecto excepcional de Dios sobre ellos. Vamos a tratar de pensar como sería el mundo si cada uno se dio cuenta completamente el plan de Dios para él. Historia sería un juego de actos de amor, todo lo contrario de como lo es ahora, más o menos desapareció como si la fuerza de la gravedad. El milagro se convertiría en la norma, y esto una sucesión de generosidad, el compartir, sonrisas objeto de comercio y extraordinarios acontecimientos. Todo esto lo sabe la Iglesia tanto es así que, cuando se habla de las causas de beatificación, en caso de producirse alrededor de la gente en olor de santidad de los milagros han sucedido. Este criterio, cayó en el pequeño tamaño de nuestra vidas, también podría ser la prueba de fuego para comprobar si se están dando cuenta del plan de Dios en nuestra vida cosas asombrosas suceden cuando llegamos a la divina todos los días, podemos estar seguros de que vamos por buen camino.

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