29 de Septiembre – Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
Las batallas se vencen en el cielo
Entonces se libró una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el Dragón, y este contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo. Y así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles. Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios.Ap 12,7-10
Antes de meditar en el texto de hoy, leamos lo que sucedió antes: «Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos ….El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera» (Ap 12,1-4).
En esta visión de Juan, la mujer representa simbólicamente ya sea la Virgen que ha engendrado a Jesucristo en este mundo, o ya sea la Iglesia que recibió el mandato de hacerlo crecer en el corazón de los hombres. El enorme dragón que coloca en frente de la mujer es el símbolo de Satanás quien, después de haber hecho todo para impedir el nacimiento de Jesús en Belén, combate para que no nazca en el corazón de los hombres. La situación de la mujer que va a dar a luz a su hijo, símbolo de la máxima debilidad delante del dragón rojo parecería trágica. También en nuestros días, si miramos los eventos de la tierra, parecería que demonio hubiera vencido: injusticias, guerras, odio, persecuciones, terremotos, inundaciones, devastaciones. Pero no es así, el texto de hoy anuncia que las batllas se conbaten en la tierra, pero se vencen en el cielo. Es un mensaje que nos anima: «Entonces se libró una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el Dragón, y este contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo».
En esta revelación está fundada la esperanza cristiana de poder resistir a las tentaciones aquí en la tierra y de poder ser recibidos por la misericordia del Señor en la eternidad.